Todos los países del mundo tienen muchas tradiciones que los representan. México es uno de los países más multiculturales del mundo y sus festivales culturales son tan variados que pueden llevar a sus espectadores desde una simple Quinceañera hasta una fiesta que da vida a los muertos.
El día de Muertos es una celebración que celebran muchos países de Centro y Sudamérica. En algunos países llaman a este día “Día de los Fieles Difuntos,” “Día de los Santos Inocentes,” o “Día de los Santos”.
Muchos países tienen una forma específica de celebrar este día, pero México lleva esta celebración a otro nivel.
Muchos países tienen una forma específica de celebrar este día, pero México lleva esta celebración a otro nivel.
El día de Muertos se originó en la época prehispánica. Los indígenas fueron algunos de los primeros en celebrar esta fiesta. Ellos rendían homenaje a la muerte porque para ellos la muerte es sagrada.
Desde la antigüedad, el Día de Muertos se celebra por un período de una semana y para fusionarse con las creencias católicas y dar origen a otra festividad, va evolucionando con el paso del tiempo.
El día de Muertos se lleva a cabo a principios de noviembre, específicamente el primer y segundo día de noviembre. Sin embargo, cabe destacar que la gente comienza a prepararse para esta celebración muchos días antes.
La tradición enseña que el 29 de octubre está dedicado a las personas que murieron ahogadas; mientras que el 30 y 31 de octubre son para aquellos niños que fallecieron sin haber sido bautizados, así como para las almas solitarias u olvidadas que no tienen familiares que los recuerden.
El 1 de noviembre la gente celebra a los niños fallecidos. Este día está catalogado como “Pequeños Muertos”. La gente limpia los huesos de sus hijos fallecidos y les llevan serenata con mariachis.
Las familias decoran las tumbas de sus familiares con flores de Cempasúchil. También suelen poner calaveras de azúcar encima de las tumbas junto a algunos postres, uno de esos manjares es el “pan de muerto”, un pan dulce de temporada que se coloca en los altares para rendir homenaje a los difuntos.
El primero de noviembre llegan las almas de los niños pequeños para pasar tiempo con sus seres queridos mientras que el dos de noviembre regresan las almas de los adultos.
La mañana del 2 de noviembre se realiza el proceso de limpieza de huesos de los ancianos fallecidos.
Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de Cempasúchil al igual que lo hacen para los niños. Sus decoraciones también pueden incluir papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún plato del agrado de sus familiares. La ofrenda se dedica al difunto y se colocan inciensos para aromatizar los alrededores.
Las ofrendas son una tradición de más de 3,000 años cuyo objetivo es brindar a sus seres queridos recién fallecidos todo lo que el difunto necesita para su viaje al Mictlán, donde los esperan Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, dios y diosa de los muertos.
En la ofrenda del altar muchas personas suelen poner todas las comidas favoritas de sus seres queridos. Por ejemplo, si a u
n hombre le gustaba beber vino, pondrían en su ofrenda su comida y su vino favoritos.
La tradición también dice que el 2 de noviembre todas las almas llegan juntas a las tres de la tarde, ya sean niños, adultos, personas olvidadas o recordadas.
Por esta razón, la celebración principal de la festividad de Día de Muertos comienza a las 3:00 de la tarde hasta el amanecer.
Familiares y amigos comen juntos en el cementerio o hacen caminos con flores que guían las almas de sus seres queridos permitiéndoles llegar a sus hogares.
Mucha gente no sabe lo que representa esta tradición para los mexicanos. El día de Muertos es más que un homenaje a los difuntos; es un cálido abrazo a la vida y memoria de quienes ya no están físicamente en este mundo. Esta festividad, llena de simbolismo y amor, invita a todos a reflexionar sobre la conexión eterna de cada ser querido que ha fallecido y la belleza de honrar su legado mientras se celebra la existencia misma.
En medio de flores, velas y festividades, El día de Muertos recuerda a las personas que la muerte es sólo una parte del ciclo de la vida y que el amor perdura más allá de la frontera entre lo físico y lo espiritual.